Moz and the City

Glitter Text Generator

Saturday, April 28, 2007

Daily Routines

En las mañanas me despierta la alarma del celular; cómo odio ese sonido! pero no puedo cambiarlo porque es el único que logra alejarme de mis sueños para entrar nuevamente a la rutina diaria.

Sigo siempre una cierta cantidad de ritos que me hacen sentir que tengo las cosas bajo control, inconscientemente todos los días los repito, modificando mínimamente algunas características de ellos.

Cuando me baño, primero me encargo de poner el calefont en la medida justa de cómo me gusta sentir el agua; ni fría ni caliente, término medio, sobre todo para tener un buen desperar, no una ducha que te deje abatida por la somnolencia ni otra que te haga salir de la casa de malas ganas. Cuando me meto a la ducha siempre entro con el pie derecho, aplico shampoo y mientras éste hace efecto me aplico jabón con mi esponja exfoliante; luego dejo que el agua remueva la espuma. El bálsamo viene después, lo aplico y mientras hace efecto me cepillo los dientes (siempre hay que ganar tiempo). Cuando mi ducha termina, lo primero que me seco al agarrar la toalla es a cara, luego los brazos... Cuando me visto procuro tener todo a mano (la noche anterior siempre dejo todo listo). Me visto y salgo sin desayunar.

Espero la G12 en el paradero, no me gusta esperarla en la esquina de mi casa, porque rara vez paran ahí. Mientras camino hacia el paradero me pongo los audífonos y escucho Play FM; cuando tomo la micro me siento siempre en la fila que no va detrás del chofer. Nunca a la ventana (puede ser peligroso). Cuando llegamos al metro me bajo calmadamente de la micro (a esa hora siempre tengo el tiempo a mi favor) y bajo las escaleras del metro mientras dejo de escuchar la radio y pongo la música que tengo en la memoria de mi pendrive (casi siempre The Smiths y uno que otro disco que suelo cambiar cada dos o tres días). Siempre que voy entrando al metro me pregunto cómo será irse en los buses Pullman, pero nunca los tomo. Al bajar al andén camino hasta el final, y me subo al último carro. Con suerte agarro un asiento, pero prefiero no apresurarme en la entrada y entrar calmadamente con el fin de fastidiar a la gente que es capaz de matar por un asiento. Me río siempre cuando subo al metro al ver las caras de los "caballeros" que empujan abuelitas con el fin de sentarse con cara triunfal. Es una comedia que no me pierdo.

Generalmente canto las canciones que escucho pero sin voz. Me explico... muevo los labios, mientras muero de las ganas de cantar, es inevitable sobre todo con There is a Light (that never goes out). En Los Héroes todos bajan, entonces me acomodo cerca de la puerta, ya que bajo en la siguiente estación. Cuando llego al Liceo me saco los audífonos para saludar a la Inspectora General, que siempre recibe con una sonrisa a las alumnas. Voy al baño de profesores, me pongo el delantal blanco (que caracteriza a los practicantes), me miro al espejo y pienso "Podría haberme maquillado un poco, tengo las ojeras demasiado marcadas". Me tomo un café en la oficina, espero la hora para empezar a dar clases.